Un platense suelto en Puerto Rico

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Lisandro Martino dejó a mitad del 2018 Unión Vecinal y Argentina para volver a vivir a Puerto Rico por cuestiones laborales. Sin embargo, fines del año pasado comenzó su participación en la Liga de Baloncesto Puertorriqueña en Capitalinos de San Juan. El ex jugador del Amarillo contó sus sensaciones ante esta experiencia exótica y los pormenores de la competencia.

|Por Alejandro Malky/@alemalky | Foto: Prensa Capitalinos de San Juan

¿Cómo se te dio esta chance de volver a jugar?

La verdad que sin querer. Fui a jugar un picado con amigos y el apoderado del equipo me vio ahí. Al otro día me invitaron a probarme, y si bien no tenía mucho interés ni expectativas, decidí ir una vez para ver el nivel y vivir una experiencia nueva. Ese mismo día me avisaron que había quedado en el equipo, y después de aclararles mi situación laboral y demás, acepté sumarme.

¿Cómo ves el nivel de la competencia?

El nivel es bastante desparejo. La liga tiene una regla en la que hay un solo equipo por ciudad y los equipos solo pueden estar compuestos por jugadores de ese lugar, nativos o residentes. Se nota la diferencia de nivel entre las ciudades más grandes y más chicas, por un tema de cantidad de jugadores disponibles. Yo vivo en la capital y lógicamente mi equipo es muy largo y parejo, comparado con los demás (El equipo de Martino ha disputado ya seis encuentros, todos con triunfos. En cuatro de ellos participó el ex Amarillo.). Pero en términos generales veo muchísimo talento individual pero muy poco nivel táctico. Todos los jugadores se hacen respetar y son bastante atrevidos, pero a la hora de tomar decisiones no miran el reloj ni el marcador. También es una liga donde hay muchos chicos jóvenes buscando exposición para jugar un escalón más arriba y por momentos se nota.

Arrancaron de gran manera, ¿Qué rol tenés en el plantel y qué les aportás?

Por suerte me tocó un equipo candidato, con muchos jugadores anotadores. Soy el jugador más viejo y la verdad es que no estoy en forma física ni técnica, así que tengo un rol bastante veterano. Trato de cumplir en defensa, rebotear, poner buenas cortinas y buscar a mis compañeros en ataque. Después trato de hablar mucho con mis compañeros, en el banco y en la cancha.

¿Cómo viviste los primeros seis meses del 2018 en Unión, donde volviste a jugar luego de 4 años?

En cuanto al juego fue divertido por ser un equipo renovado y con muchos chicos. La verdad es que, si bien uno quiere jugar como jugaba antes, me fui muy feliz desde lo personal. Fue una alegría volver a compartir con mis amigos y vivir esos momentos del día a día que te llenan. Además tuve algunas oportunidades de ayudar con algunos proyectos y devolver al club un poquito de todo lo que me dio a mí como persona. Eso me llenó mucho más que cualquier momento en la cancha.

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