Cada día se tienen más certezas de lo que va a suceder. En esta continuación del artículo de la semana pasada, se sigue dando testimonio de la vuelta del básquet a la ciudad, con la esperanza vigente de poder competir nuevamente.
Repaso y definiciones
Vamos otra vez al escenario común y su lugar: el club. El reloj marca que han pasado las nueve de la noche y el carro, en el que reposan las pelotas, se encuentra a un costado de la cancha. Los jugadores terminan su preparación física para arrancar la práctica deportiva. El colaborador -a quien siempre, y no me canso de repetirlo, se le agradece una valiosa predisposición-, rocía de alcohol todos los elementos que se van a usar en el entrenamiento. Antes de iniciar con los ejercicios, los jugadores se repasan el sanitizante por sus manos.
La idea ya está aceptada, pero no naturalizada: por algún tiempo el procedimiento de entrada será el mismo, distancia, declaración jurada, temperatura, desinfección y 15 jugadores por turno. Nuevas costumbres, que se irán desvaneciendo en el tiempo a medida de que este mal que nos aqueja actualmente vaya disminuyendo.
Esperar, un verbo que nos impera. Lo bueno es que, en el transcurso de esta semana, se pasó de esperar con un horizonte opaco a tener asuntos más claros. Lo primero, se definió cuáles son los equipos platenses que disputarán la Liga Provincial U19: Atenas, Universal y Capital Chica. “Si quieren jugar, tienen que cuidarse”, escuchaba la advertencia de un entrenador, mientras esperaba el entrenamiento de la primera.
De la competencia local, el sábado, en una reunión a la que concurrieron 56 delegados de todos los clubes, se trató la posibilidad de que se puedan jugar amistosos sin público y que a finales de abril vuelva la competencia con un torneo corto. Además, el 20 y 21 de marzo habrá un torneo invitacional de 3×3 en Universitario, Estudiantes, Meridiano V y Astillero. Este torneo participarán todas las categorías, no será de carácter institucional y la capacidad máxima no sobrepasará los 16 equipos.
Para la Asociación Platense de Básquet, la prioridad es que los clubes no se cierren y el deporte se pueda mantener. Desde la entidad recuerdan que nos encontramos en la zona del AMBA, por lo que estamos sujetos a lo que dictamine el Gobierno provincial, en lo que básicamente ya es una jurisdicción sanitaria bastante especial.
Ocho meses, una eternidad corta
Es abril y esos quince días que arrancaron el 20 marzo nuevamente se han renovado. El encierro hace que nos perdamos una hojarasca otoñal que no se había visto en años. Usar barbijo ya es obligatorio y cada uno le da su estilo. Unos deciden lo simple, colores sólidos, para no resaltar. Otros, con una idea más acoplada a la moda, lo combinan con su ropa o hacen una declaración de lo que les gusta; como una parte de la máscara de Dalí que se ve en la Casa de Papel, el hocico de algún animal o su equipo de deportes favorito. Salir a la calle es observar la personalidad de cada quien en un pedazo de tela que cubre desde la nariz hasta la papada de su rostro.
Adentro y en aislamiento, quedándose en casa -no por gusto, sino por obligación-, el entrenador de formativas le pide a su compañero de vivienda, el editor, que le haga unos recortes del partido de Argentina contra Serbia del Mundial de China 2019, para mostrarlos en el entrenamiento vía Zoom que va a tener en un par de horas.
Antes de desgaste mental crónico, producido por el encierro, era normal que los entrenadores se reunieran virtualmente con sus jugadores para reforzar la dimensión táctica y estratégica del juego. “Al inicio fue así, como pensábamos que íbamos a volver pronto nos pusimos a revisar el juego, para ver cómo lo podíamos mejorar. Usamos material de nosotros y otros partidos para tomar como referencia”, contó Oscar Remaggi. El entrenador de Atenas venía de una racha de dos campeonatos locales de máxima categoría seguidos cosechados en año y medio, y apuntaba a lo más alto a nivel de Liga Provincial de Mayores, pero el aislamiento le puso freno a todo. “Cuando sabíamos que iba para largo, lo que hicimos fue charlar con los chicos, contenernos entre todos. Ya estaba completamente corrido lo deportivo y lo competitivo”.
Pasan las semanas, es junio y el editor se extraña de que el entrenador de formativas ya no le pida más recortes. Es cansancio. “No es lo mismo lo presencial que lo virtual. Hubo que enseñarle de alguna manera a los profes, a los chicos a manejarse así. Obviamente se notó que no era la misma cantidad de chicos en virtual que en presencial, porque se fueron agotando. Creemos que continuaron la actividad un 70% de los chicos”, señala Orestes Garritano, presidente de Platense.
El club de calle 21 no malgastó la pausa que implicó estar 8 meses sin actividades deportivas en la sede del Tricolor. La renovación del parquet, pintura, nuevas luminarias; son elementos que se ven a simple vista al entrar al Julio Costa y de estos cambios, el hombre a cargo del club afirma: “Este año cumplimos 100 años y queríamos hacer arreglos de todo tipo de cosas para mejorar la institución, y gracias al aporte de la gente y de la sociedad del club, acompañantes que siempre nos ayudan, pudimos hacer todo esto”.
Más allá de la avenida 32 tampoco se quedaron atrás, como cuenta el coordinador y entrenador de la primera del Club de Fomento Los Hornos, Maximiliano Mérida: “Trabajamos mucho en lo que es entrenamiento individual y poder hacer muchos ejercicios con balón . Pudimos entrenar físico, pudimos hacer actividades que tenían que ver con la unión del equipo. Pudimos tener contacto con todos los jugadores, que era lo más importante”.
A finales del año pasado llegó el día y el aislamiento había concluido. Si bien todavía sigue siendo primordial mantener todos los cuidados en materia de bioseguridad, al acercarse a una plaza era común ver al entrenador y un grupo pequeño hacer ejercicios al aire libre. La pelota no volvía a picar sobre un parquet, sino sobre concreto, pero picaba. “En diciembre ya se empezó presencial y estaban desesperados por volver a la cancha, agarrar una pelota”, indica Garritano.
Tanto en la primera entrega, como en la que estás leyendo, se remarca que hubo un punto en el tiempo en el que se desecharon los planes y tuvimos que conformarnos con lo que había y lo que quedaba, y que eso era la base de la reconstrucción: el vínculo y las innovaciones que demandó la época. “La cuarentena nos sorprendió, tuvimos que reorganizarnos. Como entrenador creo que, a los entrenadores y entrenadoras nos encontró de otra manera entrenando. Nosotros, por lo menos, pudimos sacar buenas cosas” reflexiona Mérida.
Se vuelve, siempre se vuelve
Terminan los entrenamientos, los jugadores y el DT se despiden entre sí con el choque de puños. Mientras se ponen el barbijo, se dicen qué día se van a volver a ver, si se juntan para hacer algo o simplemente surge algún comentario que cause risa. El club se va quedando vacío y la última persona que se va, quien tiene las llaves, se acerca a los interruptores para apagar las luminarias. Un cambio de posición y las luces se desvanecen. Otra vez, oscuridad y silencio, pero ahora estos solo duran por la noche. Mañana se podrá volver a entrenar.
En Platense, Orestes suena entusiasmado al señalar que Xavier Aramayo sigue en el club con el cargo de coordinador deportivo y que Mauro Tartaglia regresa para ser el nuevo entrenador de primera: “Es un chico del club, que nació acá e hizo todas las inferiores acá y después se fue a Gimnasia, pero es como que uno en este año del centenario ve esas cosas de una manera linda, como que gente que ha estado en otros niveles quiera volver a su club de origen, creemos que es importante”.
En Atenas, Remaggi apela a la cautela y de no dejarse sobrellevar por todo lo qué está sucediendo, porque todavía quedan asuntos por resolver y planificar. “Hablamos de eso, de tratar de iniciar lo más antes posible, sobre todo para darle a los más chicos la posibilidad de socializar y hacer deporte. Pero también la logística cambia y tenemos que abrir nuevos horarios para que vengan”, para el DT del Griego: “El objetivo ahora está puesto en lo social, en volver a compartir, y en la salud física de todos los deportistas del club, desde la escuelita hasta la primera. Vamos muy de a poco para pensar en algo competitivo”.
“Estamos de regreso, arrancamos de la mejor manera, planificando todo. En mini básquet tenemos muchos chicos que arrancan a jugar ahora. Lo próximo es seguir cuidándonos, y conservar la salud que es lo más importante”, afirma Mérida, que espera: “Seguir creciendo, entrenando, tratar de jugar, sobre todo estar sanos y disfrutar del basquetbol que es lo que más nos gusta”.
Hasta el momento, ya se demarcaron los pasos a seguir. Seguimos en el camino, viviendo el día a día de una época impredecible, pero con la seguridad de que se va a llegar a un buen final, como concluye Orestes Garritano: “Armar buenos grupos nos van a llevar a formar buenos jugadores, buenos chicos, no solo en lo deportivo, sino en todos los aspectos. Queremos que se sientan como en su casa, que se sientan cómodos en el club y eso es lo que apuntamos”.
En Diagonal al Aro desde 2014. Licenciado en Comunicación Social con orientación en Periodismo, producción de contenidos y gestión de medios de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata en 2018. Miembro del departamento de Prensa de Unión Vecinal de La Plata.