Desde que comenzó la pandemia en Villa Elisa Básquet comenzaron un ciclo de entrevistas en vivo por Instagram con diferentes personalidades del básquet local, nacional y también de otros países. En esta ocasión fue el turno de Javier Perazzo, que desde adentro de la burbuja de la Liga Nacional, habló de su trabajo en Hispano Americano y su paso por los diferentes clubes de la ciudad de La Plata.
|Foto: Prensa Hispano Americano
Te traemos lo mejor de la charla que mantuvieron allí, y podes pasar a verla completa en @villaelisabasquet por Instagram, y estar atento a las emisiones que se vienen por dicho canal.
¿Cómo venís llevando la burbuja en lo personal?
Bien, es difícil. Disfrutar se disfruta, pero es difícil en cuanto a la cantidad de días. Ayer sacamos el estimativo de días de vamos a pasar acá adentro y es increíble, porque son 115 dentro de un hotel aproximadamente, y es una barbaridad. Pero bueno, es lo que tocó con la pandemia. Encima al ser de Río Gallegos, muchos de los jugadores no tienen la chance de hacerse una escapatoria a ver familiares.
¿Cuánto es de viaje hasta allá?
Son 3000 km, no hay forma de hacerlo vía tierra. Es más, antes de la pretemporada, y al ser que muchos jugadores eran de acá, se decidió que el plantel y el cuerpo técnico se juntara en Buenos Aires, se consiguió una cancha, y la puesta a punto fue directamente acá, ya que los gastos operarios eran mucho menores. Y no solo a nosotros nos tocó, ya que hay delegaciones que no se fueron en el receso de las fiestas, se quedaron el los hoteles en Capital, ya que el gasto es gigante.
¿Cómo te tomó la propuesta para sumarte como preparador físico allí en Hispano?
Bien, me llamó Mario Fernández, que fue profesor mío allá en Río Gallegos cuando estaba en mini básquet, y me consultó si conocía alguien de la zona para serlo, ya que el Preparador Físico del equipo había dado positivo en los testeos y necesitaban empezar ya. Pero luego hablando, me dice si yo me animaba, porque también soy profe de Educación Física y tengo gimnasio, más allá de ser entrenador. Lo tomé como una oportunidad tanto desde el ser PF como también el convivir en ese ámbito aunque no sea en el rol de entrenador o asistente, que a su vez es una ventaja serlo, porque cuando llegué hable con Gabi Picatto y le comenté que dirigía y me interesaba también formarme en ese sentido, y lo aceptó.
Y bueno, me organicé con mi familia, acepte porque eran dos meses, y después por los casos se prolongó más, y por suerte me pude organizar para seguir, ya que se genera algo estando acá.
Y también al ser Hispano, tuvo que ver la decisión seguro.
Si, fue un agregado, ya que es el club que soy hincha fanático, jugué allí 14 años. El poder hacer la experiencia en la Liga y en tu club, suma. También por el formato de competencia, en la balanza de lo personal y familiar, ayudó, ya que al ser poco tiempo me pude arreglar. En otra liga, donde hay que viajar, e irse 10 meses de la casa, no creo que hubiera aceptado.
Y en cuanto al paso del amateurismo a la elite, ¿se te complicó?
No, la verdad que no, porque creo que el ser profesional no va en cuanto al club que estés, sino al trabajo que uno hace, más allá de lo material que tengas. La competencia, los jugadores, o el lugar no definen el nivel de profesionalismo. En cualquier club que estuve, yo fui a trabajar de manera profesional con lo que tenía al alcance, es más como uno se lo toma, respetando la filosofía, las formas, cumplir pautas, etc. Hay mucha simpleza, solo algunos detalles que hace la diferencia.
¿Cómo es trabajar con Gabriel Picatto? Que asumió hace poco como entrenador principal de la selección mayor.
Es una persona común Gabi, está abierto a charlar, a críticas constructivas y demás. Muchas veces hablamos más de cosas que no tienen nada que ver con básquet, pero ahora cuando lo hace uno presta más atención, porque son personas que saben mucho. Por suerte confiaron todos en mi desde el minuto uno, dándome confianza y demás. Estamos todos a la par.
Y sabiendo que tenés un rol fundamental, al ser una liga tan exigente, es muy importante tu figura.
Más que prepararlo físicamente, tomamos más los protocolos de recuperación, cuidando las cargas y demás. A los juveniles les damos por ahí trabajos extras, ya que no ven tantos minutos, sino se terminan desentrenando. Es muy difícil a veces planificar y encontrar el equilibrio.
Te pregunto ahora por Kelsey Barlow, a mi gusto junto con Robinson de Quimsa, los dos mejores extranjeros que están jugando en la Liga Nacional. ¿Cómo es entrenarlo a él, que a su vez es extranjero?
Es difícil y fácil a la vez, es un jugador totalmente profesional. Hay veces que parece que está papando moscas, pero después en dos segundos te genera acciones que no lo podes creer. Tiene talento, y el que lo tiene es el que hace la diferencia, más allá que a veces dependes de la noche que tenga. Su pro es que en su carrera siempre fue regular, y eso es un plus tremendo. Hoy en día es uno de nuestros capitanes, ya que está hace un tiempo en Hispano.
Volviendo para La Plata, Cuando termine la Liga, ¿Te volvés a Meridiano?
Sí, sigo trabajando allí, estamos en contacto aunque esté acá. Tenemos ganas de arrancar y poder volver al club, necesitamos volver y que se mueva esa maquina adentro de la cancha, y no solo en Meridiano, sino en todos los clubes. Es preferible que el chico o chica esté en el club, con todos los cuidados y demás, que en cualquier otro lado, y no solo por el club sino por la cabeza de los chicos.
¿Pudieron volver?
Volvemos ahora esta semana con todos los protocolos y demás. Es difícil porque todavía no pasó lo más grave, y hay cosas que van a quedar limitadas a la responsabilidad individual, y cosas que van a quedarse un tiempo más como el barbijo, el lavado de manos, etc.
Pero no hay que tenerle miedo, sino respeto al virus, seguirse cuidando y teniendo responsabilidad. Las grandes organizaciones destinan mucha plata a evitar contagios, y aún así tuvieron casos.
En Diagonal al Aro desde 2017, recibido de Técnico en Periodismo Deportivo y estudiante de Comunicación Social en la UNLP. Entrenador y jefe de prensa de Villa Elisa Básquet desde el 2016.