Dialogamos con Héctor Haile, gloria de Atenas y jugador histórico de la Liga Nacional. El Chueco charló sobre su formación en el Griego, su paso por la Selección Argentina y la marca que dejó en la máxima categoría de nuestro básquet.
¿Qué recordás de tu formación en Atenas?
Recuerdo prácticamente todo, fue el lugar más importante donde estuve, donde me crié, donde me criaron, me educaron, donde me retaban, me aconsejaban, me felicitaban. Era todo, el club Atenas para mi en la formación era todo.
¿Cómo era el club en esa época?
Era estar todo el día en el club, si bien era un club de básquet, nos la ingeniábamos para jugar al fútbol, a la paleta, a las escondidas, hacer maldades y colaborar con el club. Era un típico club de barrio donde había que hacer de todo. Todos teníamos que hacer de todo y nosotros felices de hacerlo. Vuelvo a repetir, era mi segunda casa, mis padres también eran socios del club y, cuando yo no estaba en mi casa tenían la tranquilidad de que yo estaba en Atenas.
¿Cómo recordás el título sudamericano juvenil del 81, donde fuiste el capitán?
Recuerdo desde el primer día de la preparación hasta el momento que estuve arriba del podio cantando el himno con la copa, que fue la primera vez que me temblaron las piernas. Es algo inexplicable la sensación que es estar arriba de un podio cantando el himno, en un lugar extranjero, nunca me lo imaginé y es hasta el día de hoy se me pone la piel de gallina. Entrenábamos siete u ocho horas por día, fue una pretemporada en Chapadmalal de tres turnos y, casualmente, están apareciendo en Facebook ahora fotos de aquel torneo, así que fue muy importante para mi y, además, muchos jugadores de esa selección después hicimos carreras paralelas en clubes y selecciones y eso marca lo que fue ese torneo para nosotros.
¿Qué evaluación hacés de lo que fue tu carrera deportiva?
Es muy buena, muy positiva. Durante 20 años hice lo que me daba placer, lo que siempre soñé hacer y lo pude conseguir. Jugando 500 partidos en la Liga Nacional, en clubes importantísimos, y la pauta la marca el hecho de que hoy en día la gente, a 20 años de haber dejado de jugar, todavía me reconoce en la calle y me dice «yo estuve en tal partido» o «pagaba una entrada cuando venían ustedes». Todo eso marca la pauta de que la carrera fue positiva. Uno siempre cree que puede hacer más, pero feliz de la carrera que hice.
¿Qué sentiste el año pasado cuando volviste a Atenas para jugar un partido en el Dante Demo?
Cuando fui al Dante Demo sentí una emoción muy grande. Mucho tiempo antes estaba pensando en cómo iba a ser, qué iba a pasar, cómo me iba a sentir y, como le dije a los muchachos, fue como cerrar el círculo deportivo mío. Donde empecé yo tenía que volver a jugar en esa cancha. Por suerte la gente del club pensó lo mismo, no dudamos y lo pudimos llevar a cabo, así que fue como cerrar el círculo. Obviamente me encantaría en un futuro muy cercano me encantaría que nos volvamos a encontrar con jugadores de mi época y con jugadores La Plata de mi época, que compartí en selecciones y clubes. Pero empezar jugando en Atenas y volver con la camiseta roja fue emocionante.
¿Qué sentiste al haber sido incluído entre los jugadores más destacados de la historia de la Liga Nacional?
Estar entre los 70 o 75 mejores jugadores de la Liga Nacional es una emoción muy grande. El reconocimiento de la gente es gratificante y que se acuerden tanto la gente como el periodismo, a la hora de votar, quiere decir que uno hizo algo lindo e importante para la uno y para la gente. Así que es muy gratificante ese reconocimiento, no lo esperaba y cuando lo leo o veo esas cosas hoy en las redes sociales, es una palmadita de cariño y afecto que nos viene bien a todos.
¿Cuál de los clubes en los que jugaste la Liga Nacional te marcó más?
De los clubes donde jugué, de todos guardo recuerdos increíbles, fueron momentos muy importantes para mi. River fue algo maravilloso, fue el que me abrió las puertas a lo grande y lo pude aprovechar. Estar en una institución como River fue maravilloso y tener hoy el reconocimiento del club es maravilloso. Peñarol de Mar del Plata es la locura, el fanatismo, es el día de hoy que me llaman para recordarme jugadas, momentos o partidos, era no poder salir a la calle o salir y volver con regalos o reconocimientos de la gente. Me pasó hace un par de años que fui de visita y terminé comiendo en un restaurant invitado por el dueño, y eso es Peñarol, eso te marca. El jugador que pasa por Peñarol le queda marcada a fuego la institución, más allá de los resultados. En Mendoza jugué la final del torneo de ascenso, en Deportivo Roca me dirigió Sergio Hernández, todos tuvieron su importancia, obviamente que River y Peñarol son los que más me marcan.

En Diagonal al Aro desde 2013. Licenciado en Comunicación Social con orientación en Periodismo en 2018. Técnico en Periodismo Deportivo recibido de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social en 2016. Jefe de Prensa de Unión Vecinal de La Plata desde 2015. Jefe de Prensa de la Federación de Básquetbol de la Provincia de Buenos Aires hasta 2021. Redactor en Básquet Plus desde 2021.