Deportivo La Plata y su travesía solidaria

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Tras el fallecimiento de Fernando “Toto” Seimandi, el equipo +45 de Deportivo La Plata fue hacia Paraná a disputar un Torneo Nacional. Los de calle 71 se quedaron en cuartos de final y lograron la clasificación al Panamericano. Pero lo rescatable fueron los sobrados gestos de solidaridad que tanto Diego Torino como gran parte del plantel tuvieron dentro y fuera de la cancha.

|Por Francisco Messina/@fraanmessina

El martes 5 de noviembre nos enteramos del fallecimiento de “Toto” Seimandi. Según declaraciones de Antulio García Ortega, el equipo de Deportivo La Plata estuvo en duda de participar en el Torneo Nacional de Paraná. A pedido de Gabino y Lucas Seimandi, se decidió que el Depor viaje el jueves a la madrugada hacia la provincia de Entre Ríos para disputar el certamen clasificatorio para el Panamericano de la categoría. Jugaron partidos tanto el día jueves como el viernes, clasificando a cuartos de final. En esa instancia se enfrentaron contra San Lorenzo y perdieron por una unidad en un verdadero partidazo.

Allí empezaron las buenas acciones del equipo de Deportivo La Plata. Justamente contra San Lorenzo, un jugador de ese equipo cayó desvanecido en el medio de la cancha, aparentemente por una descompostura producto de las altas temperaturas de la capital panzaverde. Diego Torino, además de ser un interno temible para la categoría, dedicó buena parte de su vida para recibirse de médico, por lo que su instinto profesional despertó rápidamente. Sin hesitar, apeló a su conocimiento para reanimar al jugador del Ciclón, que recuperó la lucidez y volvió al banco de suplentes.

Cuando apareció la médica del club, le dijo al jugador que no había pasado nada y lo recomendable era realizar estudios de rutina. Torino quiso intervenir ante la decisión de la médica, advirtiéndole que estaba tratando con personas mayores de 50 años y se podía comprometer el estado de salud del paciente.

Y sí: Diego tenía razón: el hombre de San Lorenzo sufrió un infarto y terminó en terapia intensiva. Afortunadamente, su intuición profesional advirtió la situación a tiempo y previó lo que pudo haber sido más lamentable todavía.

Pero allí no terminó todo. Tras la anecdótica eliminación en cuartos de final y la clasificación al Panamericano de la categoría, el equipo emprendió en tres vehículos el regreso hacia La Plata. A la altura de la circunvalación de Rosario, hubo un accidente en la autopista entre dos motos. El siniestro ocurrió a pocos metros del sedan en el que viajaban Torino, Sebastián Pagano, Gabino Seimandi (que viajó hacia Paraná el sábado a disputar el torneo) y Antulio García Ortega.

Al observar lo acontecido, los cuatro se bajaron del auto y empezaron a atender a quienes lo necesitaban. Así lo contó Torino: “Al llegar solo empezaban a aparecer algunos policías que ordenaban el tránsito. El Negro (García Ortega) sostenía la cabeza de un joven mientras lo examinábamos. Seba, con las manos ensagrentadas y su ropa totalmente destrozada, masajeaba aunque el cuerpo estaba tan deformado por las heridas que no permitía saber con precisión en qué lugar estaba ese corazoncito. Gabi casi no descansaba y susurraba como un rezo ‘despertate flaquito, despertate’”.

“Otros acercaban ayuda o la ofrecían caminando de un lado a otro sobre el ancho de la autopista donde los cuerpos se esparcían entre distancias de casi 100 metros. Hasta que no llegaron las ambulancias no abandonamos, ni siquiera cuando el médico nos pidió abandonar la reanimación. Queríamos hacerlo. Una mamá confusa, con su pierna con fractura expuesta de tibia y peroné, identificaba los llantos de su beba de unos 2 años, que era la más estable médicamente. El padre muy golpeado era el más peligroso porque empeoraba con los minutos”, concluyó el Salvador Torino.

El plantel de Deportivo La Plata vivió un fin de semana de película en su travesía por Paraná. Lo basquetbolístico quedó en un segundo plano ante reiteradas gratas actitudes humanas. Varios gestos increíbles de solidaridad, compromiso y amor a los demás de este pequeño grupo de deportistas, que a fin de cuentas es un gran grupo de hombres que utiliza la excusa del básquet para no olvidarse de estos valores.

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