Debuta la U16 femenina: equipo, antecedentes y el rol del PNF

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La Selección de Pavón arranca su ilusión hoy en Guanajuato. Qué conjunto se espera ver en un torneo continental complejo, en el que las horas de entrenamiento y el Proyecto Formativo cumplen una función clave.

|Por Prensa CAB | Foto: FIBA

En las próximas horas, la Selección U16 saltará a la cancha con la ilusión de clasificarse a un nuevo Mundial. No será una misión sencilla ya que todos los clasificatorios FIBA Américas representan una alta complejidad, y más teniendo en cuenta algunos antecedentes que se suman a la particular situación sanitaria que se viene viviendo desde hace más de un año y medio. Aún así, cada camada tiene y escribe su propia historia, y ahora será el turno de este grupo de jóvenes conducidas por Sandra Pavón. Desde las 22.30, el rival será México, con tranmisión gratuita de la plataforma Basquetpass.TV y del canal de Youtube de FIBA.

Esta generación no se presenta oficialmente en un torneo desde el Sudamericano U14 del 2019 (Guayaquil, donde Argentina fue subcampeona). De las 12 del plantel hay ocho que estuvieron en aquel torneo (Amaya, Bourgarel, Espedale, Fontana, Giacone, Guglielmi, Hentschel y Maggi), mientras que se suman otras 4 (Barrionuevo, Biocca, Cergneux y Lagowski). Ahora bien, sin el antecedente reciente de haber visto a este grupo en una cancha, la pregunta que surge es: ¿Qué equipo nos podemos encontrar?

Desde Pavón y su cuerpo técnico hay una clara idea de lo que quieren volcar dentro de la cancha: intensidad y concentración. A partir de esos dos factores surgirá todo el resto de su juego, ese que entendemos como el gran sello: defensa fuerte, no negociar la lucha en los rebotes, correr la cancha y lograr una toma de decisiones y posesiones rápidas en ofensiva. Esa es la dinámica que se buscará tejer, y el ADN que tiene este grupo de jóvenes se pudo complementar a esa filosofía.

Una mediacancha a seguir con las sociedades del 1-2 que se pueden generar con Bourgarel, Amaya, Espedale y Barrionuevo; lo que pueden sumar otras como Daky Hentschel, Guglielmi, Biocca, Fontana; o quienes más pueden llegar a gravitar cerca del aro, con Giacone, Cergneux, Maggi y Lagowski desde el juego pero también desde los centímetros. Independientemente de ello, hay una gran realidad que se impone ante todo, y es que hace casi dos años que esta camada no juega junta ni compite, y no sólo desde lo internacional.

La importancia de competir

Dentro del plantel para este Premundial hay un dato interesante a tener en cuenta: son cinco las jugadoras que tuvieron competencia nacional en el último año, con Giacone, Lagowski, Espedale, Hentschel y Barrionuevo jugando el Federal Femenino (en Talleres RPB, Independiente de Neuquén, Obras y Peñarol). Ahora bien, quienes más minutos tuvieron y protagonismo tuvieron fueron Giacone, Espedale y Barrionuevo.

En consecuencia, una buena parte de las jugadoras del plantel no tiene un roce fuerte desde antes de la pandemia, por lo que no solamente hay expectativas dentro del grupo sino también la incógnita de cómo reaccionará este equipo. Es una cuestión hasta lógica porque son jugadoras muy chicas, pero de a poco van tomando un mayor protagonismo, y el hecho de que todavía no se reactivaron todos los torneos asociativos y federativos desde la pandemia obligó que haya situaciones con jugadoras que tuvieron competencia de fuste.

El paréntesis importante es lo que permite a jugadoras de esta edad un certamen como el Federal Femenino, que se proyecta entre sus objetivos a darles minutos de calidad a las jóvenes formativas de los clubes. La pregunta surge entonces en cómo este equipo pudo llegar a México con un nivel de preparación muy bueno y en forma, y la respuesta está en el plan de desarrollo impulsado por CAB: el Proyecto Nacional Formativo, el PNF.

El PNF, factor clave para la preparación de la camada

El PNF se lanzó con la idea de desarrollar jugadoras entre 13 y 17 años, y potenciar las bases del básquet femenino argentino. Se apunta al desarrollo pero también al reclutamiento de más chicas, y esa idea que comenzó a transitar formalmente en enero de este año fue una de las grandes bases que tuvo esta camada U16 que se presentará en Guanajuato. Y es que, más allá de competir o no con sus respectivos clubes, las jugadoras pudieron sumar cargas y horas de entrenamiento, desde una plataforma virtual como así también con entrenamientos presenciales y las diversas reuniones que ha ido teniendo este equipo a través de estos meses.

¿Qué tan importante fue el PNF en esta U16? Gregorio Martínez, el head coach de los seleccionados femeninos, lo detalla de manera muy clara: “Es inimaginable cómo hubiera estado este grupo sin el PNF, porque por el tema sanitario los clubes estuvieron prácticamente cerrados y casi que no ha habido actividad. El PNF permitió que todas las chicas del plan y que quieran entrenarse puedan tener una cantidad de horas de entrenamiento que les permitió poder mantenerse en forma”.

Y agregó: “A nosotros nos permitió hacer una evaluación, ya fuese por reuniones virtuales o con el hecho de que esta camada ya había tenido una anterior reunión en febrero, y ahora casi un mes de concentración antes del torneo. Todo eso se pudo hacer debido a que pudimos mantener la actividad, desde el contacto y el seguimiento de las jugadoras, a través del PNF. Nosotros podemos hacer una parte determinada de cosas por Zoom y la otra parte la tienen que hacer las chicas, y se nota que lo han hecho porque llegaron en bastante buenas condiciones a los entrenamientos de la Selección”.

Ante la falta de competición, con la postergación y suspensión de muchos torneos a raíz de la pandemia, exceptuando los certámenes de carácter nacional como Liga Femenina y el Federal Femenino, la actividad ha sido muy reducida. Es cierto que con el paso de los meses los clubes se fueron volviendo a abrir y las jugadoras pudieron volver a entrenar, pero las competiciones locales no terminaron de reactivarse del todo y acá fue donde el PNF cumplió un rol decisivo para cada una de las jóvenes.

“Nosotros le dejamos en claro a las jugadoras que para ser de Selección tenían que entrenar de 15 a 20 horas por semana, porque sino no aguantaban el ritmo. El PNF fue importantísimo, porque además de los trabajos con sus clubes pudieron meter una mayor carga horaria de entrenamiento y eso se evidenció cuando volvimos a concentrar. Para jugar al ritmo que queremos nosotros en la Selección las jugadoras tienen que estar bien físicamente, y lo pudieron hacer gracias a que se entrenaron en el PNF y que la mayoría pudo volver a entrenar también en sus clubes”, explicó Pavón, la entrenadora de la camada.

¿Qué se consiguió en consecuencia? Gracias al complemento que permitió el PNF, estas U16 evitaron sufrir alguna lesión importante y pudieron llevar adelante la carga horaria habitual que tienen los trabajos de la Selección, de doble turno más labores de gimnasio. Eso obviamente se combinó con la responsabilidad y el compromiso de cada jugadora para llevar adelante la planificación, ya fuese desde su club de origen como desde los entrenadores que conforman el proyecto CAB.

Laura González, Lali, asistente de Pavón en la U16, dio su perspectiva. “El PNF nos ayuda a tener un lineamiento de los entrenamientos. Ayuda a que las chicas sepan cuántas horas tienen que entrenar para estar a la altura de la Selección y a estar preparadas para que en las concentraciones puedan llevar adelante los doble turnos. Es un plan que se les suma a los entrenamientos que ya tienen en sus clubes. Como resultado lo que vimos en esta camada fue muy útil, porque en las concentraciones no tuvimos que estar tanto sobre la técnica fina y las chicas ya sabían los ejercicios que ejecutamos. A nosotros como entrenadores también nos permitió agilizar nuestro trabajo y avanzar desde otro punto, ya no tanto desde la técnica y más desde la táctica. Nos sentimos súper contentas con la forma en que recibimos a las chicas, y ese es un trabajo no sólo del PNF sino también de sus respectivos clubes porque este es un trabajo de todos. Ahora cuando empecemos a jugar veremos los resultados”, evaluó.

Por su parte, Agustín Lukac, también asistente de esta U16, detalló la importancia del PNF como plan complementario. Esto no tiene que ser lo único, sino que se suma a la carga horaria de los entrenamientos que las jugadoras ya tienen en sus equipos y a su vez va de la mano con los hábitos que hacen que las jóvenes se acerquen más al ideal del carácter de atletas profesionales. «Es una herramienta más que tiene la jugadora para desarrollarse, ella puede decidir tomarla o no, y claramente el mayor logro que se generó con esto es que las jugadoras se lograron concientizar y entender que era importante hacerlo. Es una herramienta más, porque el club incide mucho y es donde ellas tienen la posibilidad de entrenar con oposición, que un entrenador las vea de forma personal, y se suma a los cuidados y la alimentación que deben tener, el trabajo de la parte física, las pesas, el mirar básquet que es muy importante y ayuda mucho también…».

Lukac, quien asistió a Pavón a lo largo de este proceso con las U16, también se refirió al jugo que se les puso sacar a las jugadoras gracias a los trabajos que vinieron en conjunto con el PNF, no sólo pensando en este torneo sino que además en un avance mucho más global de la preparación de cada joven jugadora. «La realidad es que la experiencia que tuvimos nosotros es que las jugadoras hicieron un clic, entendieron que esas horas que les podía brindar el PNF las iba a ayudar a poder desenvolverse de mejor manera en los turnos de entrenamiento. Al nosotros entrenar en doble turno y muchas horas, lo más cercano al alto rendimiento y el profesionalismo, hay que preparar el cuerpo porque lleva una adaptación para poder predisponerse a esas horas de entrenamiento. También agilizó la tarea de poder unificar el léxico en el PNF para luego llevarlo mejor a la práctica. Está más que claro que en una selección formativa la parte técnica se desarrolla muchísimo, pero te agiliza la tarea porque ya no tenés que ir a los detalles macros sino que vas bien a lo micro, a lo puntual, al detalle que necesita cada jugadora, y el PNF ayudó muchísimo en esa parte», analizó.

El aporte es tan complementario como fundamental, y es que el PNF se suma como parte de los entrenamientos que cada jugadora puede hacer dentro de su equipo, intentando cumplir con el requisito mínimo de 15 horas de entrenamiento semanales. De ahí a sumar una mayor cantidad de tiempo será beneficioso sosteniendo un concepto claro: para que el básquet femenino y las jugadoras puedan crecer, sobre todo en este periodo de edad en el que están madurando como atletas en todo sentido, necesitan sumar horas y horas de entrenamiento.

A partir de ahí surgirá un estilo, un ritmo y una forma de jugar, que también está proyectado a equipararse para competir a nivel mundial. Por eso la preparación es clave para después, a partir de ahí, empezar a volcar algo dentro de la cancha. Pero ese principio, desde este plan de desarrollo que impulsó CAB, surge obviamente en las bases y en lo que pueda provocar a través de esa contracción y cultura de trabajo.

“Esta Selección se entrenó cuatro turnos por uno de descanso, de tres horas por cada uno, entonces un día se entrenaron cinco horas, al siguiente tres y así… Y ha podido soportar la carga sin problemas. Eso demuestra que hicieron su parte, sino no hubiesen podido llevar el ritmo de los entrenamientos. Independientemente de que el objetivo del PNF no es armar la Selección, porque el objetivo es que las jugadoras tengan las herramientas para poder entrenar la cantidad de horas necesarias, en este caso con las U16 fue fundamental para poder estar en las condiciones de desarrollar un trabajo. Veremos ahora para qué alcanzó, pero si no hubiésemos tenido el PNF el equipo no estaría en el nivel que está hoy”, cerró Martínez.

Antecedentes en U16 y rivales de este Premundial

Desde que se instaló la modalidad del Mundial U17, que tuvo su primera edición allá por 2010, este será el 7° torneo clasificatorio para el continente americano. Argentina hizo podio en dos oportunidades: en la edición del 2009 (fue bronce en un equipo que tenía a Gretter, Cabrera, Sancisi, Rocío Díaz, Juja Vázquez, Jourdheuil, entre otras) y en 2017 (tercera también, con Chagas, Gauna, Gentinetta, Operto, Acevedo, Fontana y compañía), que a su vez son las únicas dos veces que en consecuencia clasificó a mundiales (Francia 2010 y Bielorrusia 2018).

Ya el hecho de estar en este Premundial tiene una connotación importante para Argentina, más si lo hablamos de lo que significa el regreso de la Selección a este torneo. Y es que en la anterior entrega del 2019 no participó, ya no clasificó desde el Sudamericano (En el U15 que se jugó en Aysén, en 2018, Argentina fue 4°). Por eso no pudo ser parte del proceso que habría desembocado en el U17 el año pasado. Ahora está de regreso, e irá en búsqueda de mucho más que sólo presenciar el torneo.

Estrictamente en los resultados y en el recuento histórico, Argentina jugó 5 de las 6 ediciones del U16, consiguiendo dos veces una performance de 3-2 (las dos veces que clasificó al mundial). Pero más allá del resultado, desde el cuerpo técnico de esta camada lo fundamental pasa por ser competitivos y desplegar la filosofía de juego, y que eso en definitiva sea lo que permita a la Selección esperanzarse con alcanzar uno de los cuatro boletos rumbo al Mundial 2022.

“Las chicas captaron rápido la idea de juego y lo que queremos hacer dentro de la cancha, con esto de aumentar la intensidad en todo sentido, no sólo desde lo defensivo sino también en lo ofensivo, para tomar decisiones en un ritmo alto de juego. Son chicas muy receptivas, incorporaron rápido todo lo que le pedimos y lo llevaron a la cancha. Nosotros hicimos mucho hincapié en dos cosas durante toda la preparación: intensidad y concentración. Es una camada muy receptiva, muy aplicada, y cuando se propone estar concentrada y ser intensa realmente lo puede hacer. El objetivo ahora es llevarlo a la cancha”, cuenta Sandra, que confía en el trabajo que hicieron sus dirigidas y aguarda por el estreno continental ante el seleccionado anfitrión.

El local México, el primer escollo y equipo dirigido por Guillermo Torres, arrancó a entrenarse desde hace ya varios meses en un proceso que arrancó con cerca de 30 jugadoras, y más allá de tener algunas jugadoras destacadas en el nivel universitario y en los Nacionales CONADE, la connotación de ser el dueño de casa también puede ser un plus y no es un dato menor.

Chile, el segundo rival de la zona, trajo a este Premundial a una buena base del Sudamericano U14 del 2019 (fue tercero en ese torneo), con Paredes, Vega, Ossandón, Pizarro, Khrisna Domínguez, entre otras como referencias de aquel equipo. No sólo hay que tener en cuenta el desarrollo de la camada, sino que también ha podido jugar algunos amistosos de preparación antes del torneo, por lo que llegará un poco más aceitado.

Para terminar, la potencia de Estados Unidos, último contrincante para Argentina en la primera fase, aparece como el gran candidato de Guanajuato. Por talento y el biotipo que tienen, estas jugadoras que conducirá Sue Phillips no sólo buscarán imponer esa calidad que tienen sino que además la historia que las precede. Y es que tienen un registro de 30 victorias sobre 31 posibles en Premundiales U16, habiendo perdido solamente un partido en 2015 (ante Brasil, en semifinales).

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