No hace falta volver a mencionar en profundidad todos los atroces hechos que cometió el Gobierno de facto durante la Dictadura Cívico Miliar que ejerció en la República Argentina entre 1976 y 1983. Brevemente: durante esos años las desapariciones y los fusilamientos eran moneda corriente, las fuerzas coercitivas a cargo del General Videla y compañía eran las encargadas de llevar a cabo este accionar.
|Por Revista Con Efecto
En muchos casos, aquellas personas que no se identificaban con la política del gobierno de turno eran marcadas, perseguidas y secuestradas. En otros casos, unos pocos con fortuna, lograban escapar de esos monstruos y exiliarse en algún país vecino. En ese momento las Fuerzas Armadas no distinguían sexo, raza, religión, mucho menos oficio, solo bastaba con no apoyar los ideales fascistas de Videla y los suyos.
Estos crímenes de lesa humanidad, durante aquel terrorismo de Estado, recayeron sobre periodistas, abogados, contadores, militantes, estudiantes. Se calcula que alrededor de 30.000 ausentes dejó este proceso. El ámbito del deporte no iba a ser la excepción: jugadores de rugby (de clubes platenses en su mayoría), futbolistas y otros deportistas del tenis, atletismo, básquet y hockey. Entre los 35 fehacientes deportistas desaparecidos, dos son de sexo femenino y la primera de ellas en ser privada de su libertad tiene una historia particular.
Su nombre es Alicia Elena Alfonsín, era toda una apasionada por el básquet. Tenía 16 años cuando fue vista por última vez junto a su esposo, Damián Cabandié, el 23 de noviembre de 1977, a las 18 hs. Momento en el que de regreso a su domicilio (Solís 688, en el barrio Congreso) diez hombres de civil, portando armas se dirigieron hacia ellos y los secuestraron en una camioneta. En la historia todavía hay algo peor, en ese momento Alicia hacía cinco meses que se encontraba gestando dentro de su vientre un niño.
Esto último no le permitía seguir compitiendo, pero antes del embarazo vistiendo la camiseta número seis del Club Deportivo y Social Colegiales, Alicia Alfonsín, era considerada una de las mejores jugadoras, destacada por su gran técnica y precisión a la hora de encestar al aro. Esto la convertía en una de las más importante del equipo federado. Además, como si eso fuera poco, en la escuela Capitán General Bernardo O’Higgins también sobresalía.
Las causas por la que fue privada de sus derechos obviamente tienen tintes políticos. Tanto Alicia Alfonsín como su esposo, tenían una militancia política y social activa dentro de la Ciudad de Buenos Aires, junto a la agrupación Montoneros recorrían villas y barrios de la capital, pregonando sus ideales y ayudando a los necesitados.
Luego de estar prisionera en El Atlético y en El Banco (centros de detención), los últimos días de 1977 Alicia es trasladada a la Escuela Militar de la Armada (ESMA). Allí era el lugar que les daban a las embarazas, quienes tras al parto eran separadas de sus hijos, los cuales eran apropiados por familias allegadas a los militares.
En marzo de 1978 nació su hijo, en cautiverio en el edificio del Casino de Oficiales de la ESMA. Alicia lo llamó Juan, con él solo pudo compartir las dos primeras semanas de amamantamiento. Momentos antes de la separación, el prefecto Héctor Febres le anunció a Alicia que se había ordenado su “traslado” (eufemismo utilizado por asesinato y desaparición del cuerpo) y le preguntó si quería escribir una carta a su familia para avisarles que estaba detenida y pedirles que se ocuparan de Juan. Ella redactó la carta y la dejó junto al bebé. Esa noche el niño fue retirado por un suboficial para ser entregado a Luis Falco (en ese entonces miembro de la Policía Federal Argentina, relacionado con la represión ilegal).
Nadie supo nada más sobre ninguno de los tres, hasta que el 26 de enero de 2004, quien hasta entonces creía ser Mariano Falco, comprobó que era el hijo del matrimonio desaparecido Cabandié, por lo que en verdad su nombre real era Juan Cabandié. Es el nieto recuperado n° 77 y hoy en día es Diputado Nacional por la Ciudad de Buenos Aires.
Revista con Efecto rescata esta historia de Alicia Elena Alfonsín, la primera deportista mujer desaparecida durante la última Dictadura Cívico Militar en Argentina. Que con sus cualidades basquetbolísticas supo encantar a todo el Club Deportivo y Social Colegiales para quedar siempre en su memoria.
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En Diagonal al Aro desde 2013. Licenciado en Comunicación Social con orientación en Periodismo en 2018. Técnico en Periodismo Deportivo recibido de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social en 2016. Jefe de Prensa de Unión Vecinal de La Plata desde 2015. Jefe de Prensa de la Federación de Básquetbol de la Provincia de Buenos Aires hasta 2021. Redactor en Básquet Plus desde 2021.